Andando y andando por las rutas menos transitadas de Francia , desde Reims hacia el sur, entre plantaciones de vid, y campos con vacas desteñidas,llegamos a AIGNAY LE DUC. Un lugar silencioso, donde lo único que puede oirse son pájaros y lo mejor que puede verse es un hilo de agua que corre desde una fuente hacia el Norte, hacia el Mar del Norte, envolviendo a la ciudad de París en el camino. Una zona que, desde la época del Barón Haussmann ( funcionario y autor de las grandes avenidas de París y de la demolición de muchas construcciones medievales), pertenece a la Ciudad de Las Luces. O sea, que sin proponérnoslo, llegamos a "París".
La zona tuvo un santuario gallo-romano. Los restos arqueológicos encontrados en el lugar, se exhiben en el museo de DIJON.
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